El Papa Benedicto XVI resucita el infierno y entierra el limbo
Los teólogos del Vaticano acordaron, después de meses de reflexión, que el limbo no existe y que las almas de los niños muertos sin bautizar van directamente al paraíso, con lo que ponen fin a una tradición secular que ha atormentado a generaciones de madres.
En un documento adoptado con el acuerdo del papa Benedicto XVI, la Comisión Teológica Internacional del Vaticano concluyó que "hay bases teológicas y litúrgicas serias para creer que cuando mueren, los bebés no bautizados se salvan".
Ver en BBC y en 20 Minutos.
0 comentarios