Australiano deja un rastro de destrucción con su ropa eléctrica
Un australiano generó una descarga de 30.000 voltios de electricidad estática con su ropa mientras caminaba, dejando a su paso una alfombra quemada y plástico derretido que obligó a los bomberos a evacuar un edificio.
Frank Clewer, que llevaba puestas una camisa de lana y una chaqueta sintética de nylon, no era consciente de la corriente eléctrica que generaban sus ropas cuando se rozaban.
Al entrar el jueves en un edificio de la ciudad de Warrnambool, en el estado de Victoria, al sur del país, la corriente eléctrica incendió la alfombra.
Los empleados, que no estaban seguros de la causa del misterioso olor a quemado, llamaron a los bomberos, que evacuaron el edificio.
Clewer, que tras salir del edificio descubrió que había achicharrado una trozo de plástico del suelo de su coche, volvió para pedir la ayuda de los bomberos.
"Revisamos su ropa con un contador de electricidad estática y reflejó una corriente de 40.000 voltios, que está a un paso de la combustión espontánea, en la que su ropa se hubiera autoincendiado", dijo Barton. "He sido bombero durante 35 años y nunca me he encontrado con nada como esto".
Los bomberos tomaron posesión de la chaqueta de Clewer y la almacenaron en el patio del cuartel de bomberos, donde continuó generando una fuerte corriente eléctrica.
David Gosden, catedrático de ingeniería eléctrica en la Universidad de Sydney, dijo a Reuters que para que una descarga de electricidad estática prenda fuego a una alfombra, las condiciones tuvieron que ser perfectas.
"La electricidad estática es un mecanismo similar al de los relámpagos, donde tienes nubes que se frotan y después hay una activación generada por el aire muy seco sobre ellas", dijo Gosden.
Envía esta página a un amigo
Ver noticia en guachi-guachi aquí.
Frank Clewer, que llevaba puestas una camisa de lana y una chaqueta sintética de nylon, no era consciente de la corriente eléctrica que generaban sus ropas cuando se rozaban.
Al entrar el jueves en un edificio de la ciudad de Warrnambool, en el estado de Victoria, al sur del país, la corriente eléctrica incendió la alfombra.
Los empleados, que no estaban seguros de la causa del misterioso olor a quemado, llamaron a los bomberos, que evacuaron el edificio.
Clewer, que tras salir del edificio descubrió que había achicharrado una trozo de plástico del suelo de su coche, volvió para pedir la ayuda de los bomberos.
"Revisamos su ropa con un contador de electricidad estática y reflejó una corriente de 40.000 voltios, que está a un paso de la combustión espontánea, en la que su ropa se hubiera autoincendiado", dijo Barton. "He sido bombero durante 35 años y nunca me he encontrado con nada como esto".
Los bomberos tomaron posesión de la chaqueta de Clewer y la almacenaron en el patio del cuartel de bomberos, donde continuó generando una fuerte corriente eléctrica.
David Gosden, catedrático de ingeniería eléctrica en la Universidad de Sydney, dijo a Reuters que para que una descarga de electricidad estática prenda fuego a una alfombra, las condiciones tuvieron que ser perfectas.
"La electricidad estática es un mecanismo similar al de los relámpagos, donde tienes nubes que se frotan y después hay una activación generada por el aire muy seco sobre ellas", dijo Gosden.
Envía esta página a un amigo
Ver noticia en guachi-guachi aquí.
0 comentarios